💌 Sonnet 116 by William Shakespeare

💌 Soneto 116 de William Shakespeare

💌 Soneto 116 de William Shakespeare

No me dejes, en el matrimonio de mentes sinceras,
admitir impedimentos. El amor no es amor
que se altera al encontrar la alteración,
ni se doblega con quien lo quita para quitarlo:

¡Oh, no! Es un blanco inamovible
que contempla las tempestades y nunca se tambalea;
es la estrella de cada barca errante,
cuyo valor se desconoce, aunque se le mire a la altura.

El amor no es tonto del Tiempo, aunque labios y mejillas sonrosadas
dentro de su curvatura de hoz:
el amor no se altera con sus breves horas y semanas,
sino que lo mantiene hasta el borde de la fatalidad.

Si esto es un error y se me prueba,
nunca escribí, ni ningún hombre amó jamás.
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